El mielencéfalo o médula oblongada contiene la mayor parte del IV ventrículo y da origen a siete nervios craneales: VI, VII, VIII, IX, X, XI y XII.
En su superficie ventral, bilateralmente, destacan las PIRAMIDES, que contienen fibras originadas en la corteza motora y que viajan por la médula espinal como tracto corticospinal (estas fibras van a través de la cápsula interna y el crus cerebri y decusan en la unión encéfalo-médula espinal.
La cuarta parte rostral de la médula oblongada está constituida por el CUERPO TRAPEZOIDAL y el NUCLEO DORSAL DEL CUERPO TRAPEZOIDAL. Estas estructuras están involucradas en la audición.
La mitad caudal de la médula oblongada se puede reconocer por la presencia de núcleos que tienen una determinada forma. El NUCLEO OLIVAR se localiza dorsal a la pirámide y proyecta al cerebelo fibras que juegan un importante rol en la coordinación del movimiento. Las fibras del hipogloso originadas del núcleo hipogloso, salen pasando lateralmente al núcleo olivar.
En la parte caudal de la médula oblongada terminan dos tractos que han viajado por la médula espinal:
el fascículo gracilis termina en el NUCLEO GRACILIS y el fascículo cuneatus termina en el NUCLEO CUNEATUS MEDIAL. Estos núcleos tacto discriminativo e información quinestésica del tálamo, las cuales proyectan a la corteza cerebral somatoestésica. El fascículo cuneatus termina en el NUCLEO CUNEATUS LATERAL, el cual proyecta fibras al cerebelo.
EL fino suelo del IV ventrículo o VELO MEDULAR CAUDAL da origen a los PLEXOS COROIDEOS bilaterales, que están altamente vascularizados, con estructuras villosas que producen el líquido cefalorraquídeo. Una porción de cada plexo pasa a través del agujero lateral del cuarto ventrículo y entran en el espacio subaracnoideo.
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