|
Neurodiagnóstico laboratorial |
HISTOPATOLOGÍA: LAS ENCEFALOPATÍAS ESPONGIFORMES TRANSMISIBLES (EET) |
|
Bajo este nombre se incluye un grupo de enfermedades que se caracterizan por:
- estar causadas por agentes no convencionales muy resistentes
- tener un período de incubación muy largo
- ser de curso progresivo y fatal
- provocar cambios degenerativos de tipo vacuolar en el encéfalo
- no provocan una respuesta inflamatoria ni inmunitaria
- inducen la presencia de estructuras fibrilares anormales (Fibrillas asociadas a Scrapie, o FAS)
observables en microscopia electrónica sobre material fresco.
Las EET han sido descritas desde hace tiempo en diferentes especies de animales :
Scrapie Oveja/Cabra 1732
Encefalopatia Transmisible Visón 1947 del visón
Enfermedad Caquéctica Crónica Ciervo mula/Alce 1980
Encefalopatía Espongiforme Bovinos 1986 Bovina
Encefalopatía Espongiforme Elk, Nyala, Oryx, Kudu grande 1986-89
Encefalopatía Espongiforme Gato 1990 Felina
Encefalopatía Espongiforme Avestruz 1991
Encefalopatía Espongiforme Puma, Guepardo, Ocelote 1992
Las EET también han sido descritas en la especie humana con diferentes variantes: el Kuru, la
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ) y sus variantes hereditarias, el síndrome de Gerstmann-
Straussler-Scheinker (SGSS) y el síndrome de Insomnio Fatal (SIF).
En noviembre de 1986 se identificó en el Reino Unido una nueva enfermedad que se llamó
Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) [en inglés Bovine Spongiform Encephalotathy - BSE] al
describir lesiones espongiformes en vacas que presentaban déficit neurológicos. Estudios retrospectivos
señalaban que los primeros casos se habían observado en abril de 1985, con descripciones de cuadros
neurológicos sin diagnóstico claro a cargo de clínicos veterinarios ingleses.
En 1987 se inició un estudio epidemiológico a cargo del Dr. J.W. Wilesmith el cual determinó que la
nueva enfermedad diagnosticada en los bovinos ingleses se había originado al consumir estos animales
restos ovinos infectados de Scrapie. Estos restos se habían añadido a la dieta bovina en forma de
harinas, concentrados proteicos, como suplemento de su dieta. Una cepa de un agente parecido al que
provoca el Scrapie en ovino se habría adaptado a la especie bovina. No se trata de una enfermedad de
origen genético aunque no se descarta una susceptibilidad hereditaria del animal afectado.
Desde 1988 el gobierno británico dictó una serie de medidas restrictivas para controlar la enfermedad;
entre ellas la prohibición del uso de proteínas derivadas de rumiantes para la elaboración de harinas
destinadas a la nutrición de dichas especies animales. Al mismo tiempo, se prohibía la inclusión de los
animales afectados y de los productos derivados en la cadena alimenticia humana.
En 1996 se describieron en el Reino Unido 11 casos de una nueva enfermedad neurológica que
afectaba a individuos jóvenes produciéndoles un cuadro neurológico progresivo y fatal. Estudios
anatomopatológicos permitieron confirmar que se trataba de una nueva EET y debido a sus
características lesionales fue considerada como una nueva variante de la ECJ. La coincidencia de esos
casos con la epidemia de EEB en el mismo país determinó que se estableciera una relación directa entre
ambas enfermedades y que se considerara a la EEB como responsable de la aparición de dicha nueva
variante. Estudios laboratoriales posteriores realizados con modelos animales experimentales han
evidenciado una estrecha relación entre ambos procesos. Sin embargo el número de casos de la nueva
variante de la ECJ parece haberse estancado en ese país.
|
MÉTODOS DE TRANSMISIÓN DE LA ENCEFALOPATÍA ESPONGIFORME BOVINA (EEB)
Los estudios epidemiológicos realizados en el Reino Unido permitieron aclarar el origen de la EEB y
dieron lugar a las conclusiones siguientes:
- no había relación entre la EEB y el uso de fármacos o productos químicos
- el agente del Scrapie en la especie ovina era el causante de la EEB
- la EEB no era una enfermedad de origen genético aunque no se excluía una susceptibilidad
hereditaria de la enfermedad
- el vehículo de transmisión del agente infeccioso se encuentra en los concentrados alimenticios de
origen animal que se añaden a la dieta bovina
- la epidemia se inició debido a un aumento en la exposición del bovino a una o más cepas del
agente del Scrapie que habría así cruzado una barrera entre especies
- un aumento de la exposición del bovino a una cepa del agente del Scrapie ovino adaptado a la especie
bovina y que ya estaba presente en el la población bovina desde hacia tiempo. El reciclaje de restos
bovinos infectados dentro de la población bovina habría amplificado la epidemia.
Los cambios registrados durante el período de 1972-88 en el Reino Unido, en la legislación que regula el
procesamiento de los residuos de origen animal para la producción de harinas y concentrados
destinados a la nutrición animal fueron determinantes para el origen de la epidemia de la EEB. La
sustitución del tratamiento térmico discontinuo por el continuo, que conllevaba una disminución
importante en la temperatura de tratamiento de los restos animales junto con la eliminación del
tratamiento químico (uso de disolventes a altas temperaturas) a que se sometían dichos productos
permitió que el agente del Scrapie ovino permaneciera activo, accediendo de manera concentrada y
generalizada a la dieta de la población bovina inglesa.
|
ETIOLOGIA Y PATOGENIA DE LA ENCEFALOPATIA ESPONGIFORME BOVINA
Los trabajos del Dr. S. Prusiner, que le han merecido la concesión del premio Nobel de Medicina de este
año, han sido fundamentales para determinar la etiología de las EET estableciendo la teoría de los
priones o partículas proteicas infectivas que corresponden a los agentes no convencionales causantes
de las EET.
La EEB está causada por un agente infeccioso parecido al del Scrapie ovino. Está incluido dentro del
grupo de agentes transmisibles no convencionales los cuales son extremadamente resistentes a los
tratamientos térmicos y físicos que inactivan a los agentes convencionales como los virus, viroides y
bacterias. Debido a su pequeño tamaño (15 a 50 nm) se colocan por debajo de los virus de menor
tamaño. Se trata de un agente extremadamente resistente a la radiación ultravioleta, radiación ionizante,
calor, especialmente el calor seco. Además, la mayoría de los agentes químicos que inactivan a los
agentes convencionales no les afectan. No se ha podido determinar la presencia de un ácido nucleico en
su estructura, ya que se muestra resistente al tratamiento con DNasa y RNasa. Sin embargo, resulta
sensible al tratamiento con proteasas lo que indica que las proteínas son uno de sus componentes
esenciales.
Según la teoría de los priones de S. Prusiner existe en el organismo de los animales sanos una proteína
llamada prion (PrPC) que, en su forma normal se encuentra en cantidades notables en los tejidos
nervioso y muscular cardíaco. Se trata de una proteína formada por unos 250 aminoácidos. Se
desconoce su función.
En los ovinos afectados de Scrapie se ha demostrado la presencia, además de la PrPC, de la proteína
prion productora del Scrapie (PrPSc) la cual corresponde a una isoforma anormal de la PrPC. Esta
proteína anómala se encuentra en el sistema nervioso central, órganos linforeticulares, músculo, leche y
placenta de los ovinos afectados por dicha enfermedad.
La proteína prion de la EEB (PrPBSE) sería la correspondiente isoforma anómala de la PrPC en la especie
bovina y la inductora de dicha enfermedad en la especie bovina. Esta proteína anómala se encuentra en
cantidades apreciables en el sistema nervioso de los bovinos afectados, y, en cantidades muy inferiores,
en algunos órganos linforeticulares.
Aunque en estos momentos la vía de infección completa de la EEB no se conoce de forma exacta se
postula que la infección de los animales se produciría por vía oral al ingerir cantidades importantes de
material infectado con la proteína prion alterada. Ésta accedería al sistema nervioso central
posiblemente vía sanguínea. Una vez en contacto con la forma normal de la PrP, proteína habitual del
tejido nervioso, procedería a su transformación espacial mediante un cambio estructural de la misma
convirtiéndola en proteína alterada o PrPBSE. A su vez, esta PrPBSE repetiría el proceso con nuevas
moléculas de proteína normal. Con ello se iniciaría un efecto "dominó" de carácter progresivo
provocando cambios estructurales en las neuronas de tipo vacuolar (aparición de vacuolas en el soma y
sus prolongaciones). Las células afectadas degeneran y mueren ante la imposibilidad de resolver la
presencia de dicha proteína alterada en su estructura.
Los cambios generados por la PrPBSE en el encéfalo de los bovinos afectados se inician en los núcleos
del tronco, principalmente en la zona del Puente y de la Médula Oblonga, afectando inicialmente al
Núcleo del Tracto Solitario y al Núcleo del Tracto Espinal del Nervio Trigémino. Posteriormente, el
cuadro lesional progresa y resultan afectados otros núcleos Mesencefálicos, Talámicos y del Ãチrea Septal
y, con menor intensidad, la Corteza Cerebral, Hipocampo, Corteza Cerebelar y otros núcleos de menor
importancia. En los animales afectados es posible detectar la presencia de SAF que contienen la PrPBSE
principalmente en la Médula Oblonga, el Mesencéfalo y el Tálamo.
La presencia de este cuadro lesional coincide con las manifestaciones neurológicas características de
los animales afectados de EEB: cambios en el comportamiento, alteraciones sensitivas y déficits motores
relacionados directamente con las áreas encefálicas afectadas.
|
INFECTIVIDAD DE LOS TEJIDOS Y ÓRGANOS BOVINOS
Desde la aparición de la EEB se están llevando a cabo múltiples trabajos experimentales para
determinar la infectividad de los tejidos bovinos. Los resultados obtenidos hasta el día de hoy permiten
reconocer como infectivos el sistema nervioso central (encéfalo y médula espinal), al ojo (retina) y el
tejido linforeticular asociado al tubo digestivo (placas de Peyer).
Existen diferentes estudios que han descartado la infectividad de otras partes del animal:
- en los trabajos de Middelton y Barlow (1993) dichos autores no detectan infectividad al alimentar a
ratones con leche, glándula mamaria, bazo, placenta, linfonodos supramamarios, de la carcasa y
periféricos procedentes de bovinos diagnosticados como afectados por la EEB.
- H. Fraser (1994) demostró, mediante la inoculación parenteral en ratón con tejidos bovinos
procedentes de animales diagnosticados como afectados por la EEB la ausencia de infectividad de:
sangre, médula ósea, líquido cefaloraquídeo, grasa, piel, tubo digestivo, corazón, riñón, hígado,
páncreas, tráquea, pulmón, bazo, tonsila, linfonodos de la carcasa, musculatura esquelética, órganos
genitales femeninos (ovario, útero, placenta, leche) y masculinos (testículo, epidídimo, próstata, vesícula
seminal, semen) y nervios periféricos.
Los comités de vigilancia de la EEB, inicialmente en el Reino Unido, y posteriormente en la Unión
Europea, a la vista de los resultados obtenidos en los diferentes estudios de infección experimental
realizados en ratón, han establecido un listado sobre la infectividad de la EEB que incluye cuatro
categorías:
- categoría y o de alta infectividad; incluye encéfalo, médula espinal y ojo
- categoría II o de infectividad media; incluye tejido linforeticular asociado al I: Intestino, bazo, tonsila, líquido cefaloraquídeo, meninges, hipófisis y glándula adrenal
- categoría III o de baja infectividad; incluye colon distal, mucosa nasal, nervios periféricos, médula ósea, hígado, pulmón, páncreas y timo
- categoría IV o sin infectividad detectable; incluye sangre, suero, bilis, heces, orina, corazón, riñón, glándula mamaria, leche, ovario, útero, tejido fetal, testículo, vesícula seminal, musculatura esquelética, tiroides, saliva, glándulas salivares, hueso, cartílago, tejido conjuntivo, pelo y piel.
Este listado se modifica periódicamente según los resultados que se obtienen en las pruebas
laboratoriales en curso.
|
DESTRUCCIÓN DEL AGENTE INFECCIOSO
Las peculiares características de este tipo de agentes les confieren una resistencia inusual a las técnicas
y a los agentes que se aplican tradicionalmente para inactivar a los agentes infecciosos (Schreurer,
1994).
La incineración es el método de elección para destruir al agente infeccioso de la EEB.
Como método de desinfección del material contaminado se recomienda el tratamiento térmico, en
autoclave a 132ºC durante una hora. Si se realiza a 3 bares de presión el tiempo de tratamiento puede
reducirse a la mitad.
Como tratamiento químico resultan efectivas la inmersión en hidróxido sódico 1N durante una hora o en
ácido fórmico, también durante una hora.
No resultan efectivos: la ebullición, la radiación ultravioleta, el óxido etílico, el etanol, el formol, la
betapropiolactona, los detergentes, los compuestos de amonio cuaternario, el lysol, el yoduro alcohólico,
la acetona y el permanganato potásico.
|
LOS MÉTODOS DE DIAGNÓSTICO DE LA EEB El diagnóstico de la EEB no puede realizarse en el animal vivo debido a la falta de reacción inmunológica
que se produce en los animales afectados. Por ello no es posible la aplicación de técnicas inmunológicas
y serológicas en los animales vivos.
Ante un animal que presente signos neurológicos indicativos de EEB se deberá proceder a su estudio
anatomopatológico, por lo que deberá sacrificarse al animal. Los órganos del sistema nervioso central,
encéfalo y médula espinal, deberán ser remitidos a un laboratorio de anatomía patológica veterinaria. En
el mismo se procederá a su estudio microscópico para detectar la presencia de las lesiones vacuolares
típicas que afectan a determinadas zonas de los mismos. La presencia de los priones causantes del
cuadro lesional puede ser puesta en evidencia mediante técnicas inmunohistoquímica, usando
antisueros específicos, aplicadas a los tejidos sospechosos.
Las técnicas de Microscopia Electrónica permiten detectar la presencia de SAF, indicativas de la acción
de los priones, a partir de muestras de tejido frescas o congeladas.
También se disponen de técnicas de inmunoquímicas (Western blotting, electroforesis en gel de
poliacrilmaida, etc.) o de inmunocitoquímica aplicadas siempre a los tejidos de los animales infectados
(Jones et al., 1996).
La Unión Europea ha obligado a sus países miembros a dotarse de laboratorios capacitados para el
diagnóstico de las EET de los animales. En España, el laboratorio de Anatomía Patológica de la Facultad
de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza ha sido designado Laboratorio Nacional de Referencia
para EEB y otras EET. Los otros laboratorios de Anatomía Patológica Animal que, como el de Barcelona
en el que trabajamos, existen en nuestro país trabajan coordinadamente con dicho centro de referencia.
Si se presentan casos sospechosos se remiten las muestras correspondientes al centro mencionado en
el que les son aplicadas las técnicas especiales antes mencionadas.
|
LAS EET Y LA SALUD HUMANA Desde la aparición, en 1996 de la nueva variante de la ECJ en la especie humana se han intensificado
los estudios experimentales para determinar su posible relación con la EEB. La mayoría de estos
trabajos están en fase de realización pero los primeros resultados obtenidos indican que hay una cierta
relación entre ambas enfermedades.
Por otra parte las autoridades sanitarias de la mayoría de países han dictado múltiples normativas,
siguiendo las que genera la Unión Europea, para detectar posibles casos de EEB y evitar la entrada de
animales sospechosos o de sus productos en las cadenas de alimentación humana.
Los estudios epidemiológicos han observado una disminución marcada en la incidencia de la EEB en el
Reino Unido a partir de la aplicación de las medidas restrictivas mencionadas. Los mismos estudios
referidos a la especie humana también resultan optimistas en la evolución de la nueva variante cuya
incidencia, por el momento, es mínima y restringida al Reino Unido.
|
EL SCRAPIE Transmisión horitzonal (animal a animal) y vertical (leche materna); se manifiesta a los 2-5 años.
Manifiesta prurito, con ausencia de dermatitis, y síntomas nerviosos (ataxia, temblor de la cabeza y
cuello, incoordinación, postración).
Micro.: degeneración neuronal con vacuolización (diencéfalo, tronco cerebral, cerebelo [corteza y
núcleos centrales]) y espongiosis de la s. blanca; formación de placas de amiloide asociadas a las
neuronas con espongiosis y a los capilares. No hay lesiones corticales.
|
fuente: Curso de Neuropatología. Facultad de Veterinaria de la Universidad Autonoma de Barcelona. Mayo 2006 |
|
|