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PROCESADO DE LA MUESTRA
En nuestro hospital procesamos el LCR a partir de una muestra con EDTA, aunque si es posible debe obtenerse otra muestra sin anticoagulante. El LCR normal no contiene factores de coagulación, y por lo tanto no coagula; sin embargo, algunos autores recomiendan la utilización del EDTA porque conserva muy bien la morfología celular para su estudio citológico. Debe tenerse en cuenta que el EDTA, al presentarse en fase líquida, produce un efecto leve de dilución, pudiendo obtenerse un recuento celular ligeramente inferior al real; además, puede aumentar falsamente la concentración de proteinas medidas. Si se dispone de 2 muestras, se utilizará el tubo con EDTA para el estudio citológico, y el tubo sin anticoagulante para el recuento celular y la cuantificación de las proteínas.
El LCR debe analizarse lo antes posible, ya que debido a su baja concentración de proteínas, las células empiezan a degenerarse muy rápidamente. Lo ideal es procesarlo dentro de los 30 minutos siguientes a su extracción; al menos proceder al recuento celular y la preparación de los frotis para el estudio citológico. Si no puede analizarse de inmediato, la muestra puede conservarse durante más tiempo con una dilución 1:1 de etanol a 40 %. Logicamente, la dilución debe tenerse en cuenta después al realizar los recuentos celulares. Otra posibilidad es añadir suero bovino fetal o suero del mismo animal en proporción 1:1 con el objeto de elevar las proteínas y retardar la degeneración celular. Posteriormente se refrigera. Con éste procedimento, los leucocitos se mantienen estables durante 2-4 horas.
Si el LCR no puede procesarse directamente en la clínica, es importante contactar con el laboratorio para recibir información sobre el protocolo de conservación y envío de las muestras, ya que cada laboratorio puede emplear una metodología diferente para su análisis.
No es necesario disponer de grandes medios técnicos para realizar un análisis de rutina del LCR. Es imprescindible un microscopio con una buena óptica y disponer de un hemocitómetro (cámara de Neubauer o similar). El análisis del LCR es relativamente complejo, por lo que es recomendable realizar el procedimiento con cierta regularidad y establecer unos protocolos de actuación con el objeto de minimizar los errores. Para su estudio citológico tampoco es necesario poseer conocimientos profundos de citología. Es suficiente con reconocer la morfología de los diferentes elementos formes sanguíneos, ya que la mayoría de las veces nos encontraremos con células hemáticas. Asimismo, es recomendable saber distinguir los tipos bacterianos, u otras formas parasitarias o fúngicas; y finalmente, aunque su presencia es bastante infrecuente es aconsejable saber diferenciar las células neoplásicas de células normales. Un buen atlas citológico puede ser de gran ayuda para el principiante.
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